Resulta admirable apreciar la base de la “Porta Nigra” de Tréveris, erigida hace más de mil años atrás. El tiempo muy poco parece haber erosionado sus piedras y la argamasa utilizada, más allá del tinte oscuro que adquirió.
La ciudad de Tréveris o Trier, en Alemania, es considerada como la más antigua del país, fundada en el año 16 a. C. por Augusto bajo el nombre de Augusta Treverorum.
En esta pequeña ciudad ubicada en la ribera derecha del río Mosela, es donde nació el ideólogo del Comunismo, Karl Heinrich Marx. Dista unos 9 km de la frontera con Luxemburgo, 35 km de Francia y 50 km de Bélgica y cuenta con 100 mil habitantes. Tréveris posee un encanto muy particular, ya que se pueden admirar intactas, varias edificaciones milenarias apenas modificadas por el paso de los siglos.
En 1986, la Unesco declaró al conjunto de “monumentos romanos, la catedral de San Pedro y la iglesia de Nuestra Señora en Tréveris”, como Patrimonio de la Humanidad.
Existe un mito respecto a Tréveris, según el cual la ciudad fue fundada unos 1.300 años antes de la creación de Roma por Trebeta, hijo del rey asirio Ninus.
Los primeros rastros de asentamiento humano en la zona de la ciudad muestran evidencias de cerámica de bandas que se remontan al período neolítico temprano. Desde los últimos siglos precristianos, miembros de la tribu celta de los tréveros se asentaron en la zona del Tréveris actual. Los romanos bajo Julio César subyugaron a los tréveros por vez primera en 58-50 a. C.
La Porta Nigra
Conocida como “la segunda Roma” por la importancia política que llegó a alcanzar en el Bajo Imperio, los vestigios romanos son muy abundantes: entre ellos se destaca la “Porta Nigra”, un arco o puerta erigida en la época romana que hoy es el monumento emblemático de la ciudad y sin duda, una obra constructiva digna de destacar por su perduración al paso de los siglos.
Esta puerta monumental fue construida hacia el año 180 como puerta de entrada septentrional de la ciudad de Augusta Treverorum al país del Trévires. Su nombre procede del color oscuro que adquirió la piedra, debido a la pátina obtenida por el paso de los años.