Es hermoso bucear y disfrutar de la riqueza de la vida subacuática. Corales y peces de diversas formas y colores forman un paisaje inolvidable y maravilloso. Quien bucea, primero debió recibir un sólido entrenamiento, para saber cómo proceder ante un posible accidente. Si buceando en las profundidades, repentinamente, la persona se queda sin aire, su instinto básico lo llevará a subir rápidamente a la superficie en busca de ese elemento vital. Sin embargo, si emergiera velozmente, al realizarse la descompresión en tan breve tiempo le estallarían los pulmones.
Hay oportunidades, en las cuales, saber elegir entre obedecer o desobedecer nuestros instintos puede hacer la diferencia. Como ya he comentado en otras oportunidades, el estrés activa el sistema simpático preparando el cuerpo para luchar o escapar, y con esa carga de adrenalina tenemos nuestra visión sesgada… sólo vemos la solución en estas dos salidas… esto es instinto puro, supervivencia pura. Para tomar decisiones, de las cuales después no tengamos que arrepentirnos, lo mejor es observar a la distancia… por ejemplo, algunas personas que deciden emigrar de su país por razones económicas, descubren al tiempo de irse que no fue la mejor decisión de sus vidas… Recuerdo, en la época del 2001, que una abuela, inmigrante italiana, al ver que tantas personas decidían irse del país, escribió una carta de lector, en este medio, en la cual decía: “… lo que uno va hacer afuera, también lo puede hacer en su propia tierra y seguramente, lo podrá hacer mucho mejor rodeado de sus afectos que lejos de ellos…”
María Martínez
Doctora en Hipnosis Clínica Colegiada SIHC-ESP-2020-1619
WhatsApp: 2954 625929
@mariamartinezhipnoterapeuta