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Semanario REGION®

Del 22 al 28 de diciembre de 2023 - Nº 1.567 - Año 33 - INPI 1983083

La reunión familiar con los abuelos y querer a cada uno como es

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Los abuelos son los depositarios de las tradiciones familiares.

Los abuelos deberían ser los más capacitados para conocer bien a cada uno de sus hijos y a sus cónyuges y, por supuesto, a los nietos y así plantear las reuniones familiares de modo que resulten gratas para todos. Son los que mejor pueden potenciar una grata convivencia familiar, no siempre fácil, en una familia extensa que reunirá a personas de distintas edades y con intereses dispares.

Son los abuelos los que pueden integrar en una unidad familiar a los diferentes y diversos miembros. El objetivo será lograr que en estas fechas todos convivan y se traten en un ambiente distendido y alegre, colaborando juntos al éxito de la reunión.

Los abuelos son los depositarios de las tradiciones familiares. Ensanchamos los horizontes de la familia cuando transmitimos con nuestra vida los valores que valen la pena ser vividos. Construir el Pesebre, o el armado del clásico árbol con todos sus adornos en casa de los abuelos ayudado por hijos y nietos puede ser un modo sencillo, pero eficaz, de transmitirles el verdadero sentido de la fiesta de Navidad.

Contaminación comercial
La imagen tradicional del Pesebre en Belén expresa a los creyentes católicos la bondad y la humildad de Jesús, que vino para traer alegría y paz. También así podremos contrarrestar la “contaminación comercial” que altera el auténtico espíritu navideño, que debe ser de sobriedad y de alegría, no sólo externa, sino también íntima por el misterio que se celebra.

En otro orden de cosas, es bastante frecuente que, por ser la casa familiar de los abuelos la que tiene el salón comedor más amplio, las reuniones navideñas se desarrollen en ella, y además -y esto es lo importante- porque la casa de los abuelos siempre debe estar abierta a las familias de los hijos.

Compartir el trabajo navideño
Ahora bien, preparar una comida navideña comporta un trabajo que puede ser demasiado gravoso, sobre todo para la abuela que debe, por tanto, dejarse ayudar por sus hijos: desde la elección del menú con más preferencias, pasando por la compra de los productos necesarios en la que es conveniente que colaboren todos, pues también esta comida podría ser gravosa económicamente para los abuelos.

Llegado el día, los abuelos deben de aceptar la participación de todos en los preparativos de la comida y de la mesa. Singular importancia puede tener el motivar a hijos y nietos para preparar “actuaciones” y lograr así una alegre tertulia familiar.

Regalar bien es un arte
A los nietos les ilusiona recibir en estas fiestas regalos en casa de los abuelos y ellos podrán disfrutar con el bullicio alegre cuando éstos van a recogerlos. Los regalos serán siempre sencillos y acomodados a la economía actual de los abuelos, que volcarán todo su cariño en la búsqueda del que al nieto le producirá mayor satisfacción.

Regalar se ha dicho siempre que es un arte y la tarea se complica cuando se tienen nietos de diversas edades. El juego es la manera de aprender de los niños, por eso, lo importante es motivar a jugar más que el juguete en sí; además, siempre es conveniente consultar a los padres sobre el posible regalo para un nieto.

Hay que procurar que todos regalos sean de una categoría análoga para evitar celos. No sería correcto plantearse el conseguir el cariño de los nietos por medio de regalos, pues podría ocurrir que éstos al llegar a casa de los abuelos esperaran recibir un regalo distinto al de nuestro cariño. Una idea es adquirir regalos que se quedarán en casa para uso de todos los nietos que tengan edades próximas.

Fuente: Hacer Familia - José Manuel Cervera González – Adaptación: REGION®