Ricardo Actis Giorgetto, fundador de la empresa “Picomar”, junto a uno de los camiones de la flota. Hoy celebran nada menos que 3.000 viajes al Mar Argentino, para traer la producción ictícola a la mesa de los pampeanos.
Hace muy poco, “Picomar” cumplió sus 56 Años de vida laboral y ahora, el registro de viaje marca otro acontecimiento que inunda de alegría a la familia Giorgetto: su viaje número 3.000, nada menos.
Todo empezó con la conexión entre General Pico y Mar del Plata, donde Giorgetto padre estableció vínculos, especialmente con Don Pedro Moscuzza, con quien entabló una férrea amistad hasta el fallecimiento del empresario bonaerense, en julio de este año, a la edad de 96 años.
“Los comienzos fueron durísimos -contó Ricardo-, pero sería porque éramos tan jóvenes que lo tomábamos con tanta alegría que hasta las cosas más amargas le encontrábamos la parte buena, cada viaje era un suplicio, caminos de tierra, camiones obsoletos, las cubiertas eran hilachas, íbamos desarmando ruedas el viaje entero, no había celulares, no había calefactores, o sea todo era miseria, incluso hasta para comer, pero bueno la juventud pasó por encima todo eso”.
Anécdotas de viaje
“Dentro de las anécdotas, las no tan felices: las calamidades en la ruta eran terribles, cruzábamos las lagunas de noche uno manejando el camión y el otro caminando con las botas adentro de la laguna para ver si había algún pozo de algún camión que se había encajado antes y en la próxima laguna lo hacíamos al revés; un día volcamos en Azul y estuvimos dos días con el camión volcado, no había forma de que alguien viniera para poderlo levantar y ahí estuvimos dos días comiendo postre Balcarce con mate amargo.
Un día casi nos matamos frente a la Virgen de la Loma en Olavarría, casi nos estrellamos contra un camión que había volcado cargado de hacienda y alcanzamos a frenar faltando 4 ó 5 metros, cuando estaba la Virgen al lado, siempre cuando pasamos por ahí paramos en agradecimiento”.