La lucha en defensa de los ríos pampeanos debe continuar

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La actitud del gobierno pampeano ante el tema hídrico ha sido una constante: desatención, dejar hacer y falta de promoción de los recursos aprovechables.
La Pampa tenía tres ríos, ¿Cuántos tiene hoy?
El alevoso robo del Atuel que se iniciara a principios del siglo veinte, y perfeccionara en 1948 es la realidad del río inexistente. Un cauce seco la mayoría del tiempo, por donde a veces en invierno corre un poco de agua que rezuma de las tierras regadas aguas arriba. No es que Mendoza quiera que esa pequeña cantidad ingrese a nuestra provincia, es inevitable que a veces suceda, solamente es un fenómeno natural producto involuntario de sus arcaicos sistemas de producción.
El juicio iniciado por el gobierno provincial fue fruto de la presión de las luchas y movilizaciones de organizaciones no gubernamentales y de las asambleas populares que nacieron los últimos años. Un hito importante de este despertar fue la actuación del Tribunal Latinoamericano de Agua que puso en un primer plano nacional e internacional la injusticia hídrica mendocina.
El juicio es un buen camino, exigimos que el actual gobierno continúe apoyando el mismo, así como que el futuro gobierno comprometa continuar con este esfuerzo por obtener justicia en el Atuel.

El río Salado es el segundo río robado, la historia de su desaparición en el suelo pampeano es reciente. Hace 40 años era un recurso importante para los campos yermos que atraviesa, humedales, agua para bebida animal y lagunas cercanas a Puelches que permitían una actividad ganadera y pesca. Hoy un cañadón salado señala lo que hace pocos años era un recurso hídrico, las lagunas solo son salitrales, los campos despoblados son una sombra de lo que otrora fuera una producción bovina y ovina de cierta importancia. La región hoy es más desértica que antaño.

El Colorado es un río desatendido, el único curso que lleva agua y tiene grandes posibilidades productivas yace postrado. El otrora EPRC es solo una sombra de lo que era antaño. Manejado por burócratas sin mayores conocimientos, es un ente en extinción. Solo 7000 u 8000 hectáreas son productivas, todas fruto de la actividad privada.

Los pampeanos debemos exigir una política totalmente distinta en materia hídrica, que constituya una política de estado, o sea que el rumbo fijado sea independiente de que facción política gobierne. Creemos que nuestra provincia tiene un gran futuro asociado a la defensa de nuestros ríos. El clamor es agua en el Atuel, agua en el Salado; y también realizar el gran esfuerzo para poner en producción las 85000 hectáreas que nos corresponden en el Colorado. No bajemos los brazos, exijamos que los candidatos se comprometan fuertemente en la defensa y desarrollo de nuestros ríos.

Finalmente queremos expresar el total repudio a las disparatadas declaraciones de los actuales y futuros funcionarios mendocinos que siguen la senda de desconocer el derecho pampeano a parte de las aguas del Atuel, incumplen el fallo de 1987 de la Suprema Corte y continúan en una actitud cerrada de no querer negociar ni una gota del agua que le es ajena.

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Colaboración: Walter Brandimarte - Reportero Grafico - 02954-15272658