Hoteles flotantes: unas vacaciones nada corrientes sobre mares, ríos y lagos
Se mantienen amarrados durante toda tu estancia, pero la sensación del agua que fluye por debajo es impresionante. Una experiencia que no te deberías perder.
No te mareás como en los barcos, porque no navegan, y sus habitaciones siempre dan al mar (o al agua, al menos). Los hoteles flotantes son una tendencia en turismo. Tal vez porque las costas ya no dan para más. Estos son algunos en los que te podés alojar, porque otros súper alucinantes se encuentran en plena construcción, como el Krystall Hotel en Noruega o el Floating & Rotating Hotel Tower de 25 plantas en Dubái.
Un remoto eco resort
Al King Pacific Lodge, remolcado cada año hasta el puerto de Barnard Harbour en la isla Royal Princess (Canadá), solo se puede acceder en hidroavión (dos horas desde Vancouver) o en yate.
En sus exclusivas suites disfrutás de unas espectaculares vistas al lago o a los árboles centenarios que rodean a este hotel flotante rústico de lujo en el que la pesca es uno de sus mayores reclamos, junto con actividades guiadas como kayak, observación de ballenas, senderismo...
Es de esos lugares maravillosos de Canadá en plena naturaleza en los que podés encontrarte a un oso pescando salmones. Una experiencia increíble.
The Floathouse, un resort de 26 villas flotantes sobre el río Kwai en Tailandia
Flotando sobre el río kwai
No querrás salir de The Floathouse, este alucinante resort de 26 villas flotantes sobre el río Kwai en Tailandia, nada más que para dar paseos en elefante, ir en bici, explorar las cuevas Lawa, hacer senderismo por el Hallfire Pass, fotografiar el histórico puente que da nombre a la película de David Lean o visitar un poblado de la etnia Mon en la frontera con Myanmar. Rodeado de selva y acantilados con impresionantes cascadas, el elegante complejo está construido en madera de teca y techos de paja, en armonía con la exuberante naturaleza. Perfecto para relajarse y desconectar.
Hotel flotante Sunborn en el puerto deportivo Ocean Village Marin de Gibraltar.
Vos a Londres yo a Gibraltar
¿Dónde construimos un hotel si no hay espacio en la costa? Eso se preguntaron los creadores de los hoteles flotantes Sunborn y lo solucionaron con dos súper yates de lujo que están de forma permanente atracados, uno en Londres y otro en Gibraltar. Este último, en Ocean Village Marina (el puerto deportivo más moderno), se jacta de ser el primer casino flotante de lujo del mundo. Abierto hace poco más de un año, tiene 15.500 metros cuadrados, 142 metros de largo, una altura de 7 pisos y casi todas sus 189 habitaciones ofrecen vistas al mar Mediterráneo (desde 250 euros la noche). El de Londres es de 4 estrellas y se encuentra amarrado permanentemente en el Támesis, en Royal Victoria Dock, a lado del centro ExCel y muy cerca de Canary Wharf.
De Barge, antiguo barco transformado en hotel restaurante gourmet en Brujas.
Un viejo barco reconvertido
En un canal de la encantadora ciudad de Brujas, en Bélgica, a poca distancia andando de la estación de tren y el centro de la ciudad, se encuentra De Barge, un antiguo barco transformado en hotel de tres estrellas con ambiente marinero, con su restaurante gourmet de cocina regional y un precioso jardín. El hotel más original de “la Venecia del norte”, dicen en la web, ideal para una escapada romántica.
Fuente: www.vanitatis.elconfidencial.com/ por Marta Villalba
N. de la R.: Si visita la hermosa ciudad de Brujas, en Bélgica, lléguese hasta Amsterdam, Holanda, que está cerquita (ver REGION® Nº 1038 época en que estuvimos allí) y podrá alojarse en el Amstel Botel, un barco que flota amarrado en una bahía a orillas del río Ij, aunque con menos glamour que los otros nombrados, también es mucho más económico (desde 60 a 105 euros la habitacion doble por noche). El Amstel Botel ofrece gratuitamente bicicletas de paseo y un servicio de ferry a la estación central Amsterdam, situada a 10 minutos, con 2 salidas cada hora.