Semanario REGION®

Del 17 al 23 de Abril de 2015 - Año 25 - Nº 1.174 - R.N.P.I. Nº 359581

Cuando la mala rutina arruina

Las manos lavadas de Pilatos
podrán haber quedado limpias,
pero su responsabilidad no.

C.B

Desde chicos nos enseñaron sobre la importancia que tiene para la salud la limpieza de nuestras extremidades superiores, y desde ya del resto del cuerpo. Pero esa vigilancia permanente que permitía descubrir rápidamente la suciedad, no era tan fácil cuando se quería indagar sobre  la ética aplicada por cada niño o joven.

Lavarse las manos sobre los problemas ajenos es una actitud irresponsable, pues si bien no siempre somos causantes directos de los perjuicios ajenos, sí somos testigos inoperantes de las injusticias.

Las ruinosas malas prácticas generan hábitos que perjudican tanto a quienes las ejecutan personalmente como a los círculos tolerantes, con quienes conviven sus participantes.

El acceso libre a la información pública facilita el funcionamiento republicano y evita la contaminación de la tarea periodística. La constante información que cotidianamente reciben los ciudadanos lamentablemente contiene referencias parcialmente inexactas. 

El tiempo es el bien más escaso, por ello  los medios de prensa deben tener la capacidad de adecuarse a cada público, como un elemento esencial en la constante comunicación de hechos e ideas. Es por ello que se deben respetar los lapsos que todos tenemos para la lectura, el escuchar las radios y observar la televisión. Si lo que se ofrece son solamente materiales de desguase, a mediano o largo plazo terminaremos todos como desechos humanos.

El tenedor de la política requierede una cuchara que recoja y de un cuchillo que corte y fraccione lo que algunos quieren engullir.

La mala onda lleva al fracaso, no solamente psicológico sino también operativo, al amargar a quienes la sufren y a los que por fatalismo, al perder la autocrítica tan necesaria para corregirse, terminan rindiéndose

La cultura del trabajo no es la aceptación de la esclavitud laboral, sino la preparación inteligente y responsable para lograr una eficiencia que favorezca sin exclusión a todos los sectores. La rutina equivocada termina carcomiendo la solidez de las personas y de los grupos sociales que integran.

No podremos cambiar el mundo, pero sí nuestros pequeños entornos. El paisaje se mejora desde nuestra casa que promedia la vecindad, y viceversa.

No basta ser cultos si no logramos dialogar masivamente con muchas personas de buen nivel intelectual. Caso contrario viviremos aislados sin comunicación suficiente. Si la educación no alimenta nuestra mente la torpeza nos estará rodeando.

Crecer en soledad es vivir aislado de sanas emociones, y los sentimientos se reducen a simples tanteos deambulatorios, carentes de orientación.

Carlos Besanson