El exhibicionismo de riquezas, así como el ocultamiento de ellas genera inseguridad, y obliga a recaudos y dependencias de gente subcontratada para el disimulo o la exaltación.
Persona rica no es la que tiene mucho sino la que no debe nada, es decir que todo lo que posee está pago, sin compromisos futuros encubiertos por algunas promociones publicitarias que los denominan capciosamente cuotas o facilidades.
El poder de tener, no siempre es sinónimo de tener el poder. Desposeídos encubiertos, son los que tienen deudas y pertenencias de sus acreedores, muchos de los cuales buscarán un mayor lucro con la mora de los ingenuos o de los irresponsables.
La extorsión de los juicios por cobranzas impagas está siempre latente, frente a los morosos que apuestan a los pagos diferidos por si las cosas mejoran...
El diseño de la transformación positiva que todos buscamos, tiene que tener en cuenta y saber valorar a tiempo, el cambio que favorece y el que perjudica, tanto en la economía personal... familiar... nacional... y mundial...
La experiencia es como haber aprendido a sembrar en el momento apropiado, en el lugar adecuado, con la semilla conveniente...
Constantemente los medios de comunicación periodística informan sobre hechos de violencia que afectan la vida de la población. Pero esas crueldades repetitivas y constantes se dan en todos los países del primer y tercer mundo. cuando los ciudadanos y sus gobernantes mejoran en su nivel de responsabilidad solidaria, se mejora el coeficiente de seguridad, en tanto todos participemos de esa vigilancia colectiva.
Pero así como nos choca la violencia física, y exigimos que las organizaciones específicas y los juzgados sancionen rápidamente a los autores, otro es el nivel de tolerancia de quienes estafan metódicamente a un pueblo descuidado en esos temas.
La malformación y la deformación se acumulan en los individuos de la misma manera que las enfermedades epidémicas o crónicas. En materia de salud cuando no hay un diagnóstico correcto el tratamiento se vuelve azaroso. Ocurre lo mismo en materia de política educativa, económica y social, en donde los niveles pueden bajar o subir paulatinamente, si los recaudos son acertados o no.
Tolerar los fraudes económicos es aceptar por convivencia o connivencia el desgaste de un pueblo distraído en sus metas y objetivos.
La especulación empresaria hace participar a funcionarios y hombres políticos, representativos u ocultos, en todo tipo de negocito o negociado, que no está fundado en lo que se invierte sino en lo que se revierte. Muchos ya estamos cansados de asistir a la ceremonia de colocación de una piedra fundamental de algo que se convierte en una promesa a muy largo plazo. En el teatro los aplausos se dan cuando la obra termina. En la producción la fiesta recién comienza cuando la obra funciona a pleno.
Carlos Besanson
Publicado en el Diario del Viajero n° 1008, del 23 de agosto 2006 |