Todos los años, el primer sábado del mes de julio, se celebra el día mundial del cooperativismo, día que según las Naciones Unidas, debe ser conmemorado por los gobiernos en colaboración con sus movimientos cooperativos nacionales. En 1996, la ONU dedicó ese año para una concientización especial respecto a la apremiante necesidad de erradicar la pobreza.
Ese mismo organismo supranacional -la ONU- puso especial énfasis en cuanto a la considerable contribución de las cooperativas en la reducción de la pobreza con el mejoramiento de las condiciones de vida de los cooperarios. Es que no se dude, sin el concreto accionar cooperativo proactivo, los índices de pobreza y exclusión serian aún peores.
Podríamos decir que el autentico cooperativismo, es un puente sólido y espacioso, entre el Estado y el Mercado. Y, precisamente, si hablamos de autenticidad, debemos hablar de los principios cooperativos. Entendemos por principios cooperativos, las bases fundamentales que informan o deben informar a la constitución y a toda la vida de las cooperativas. Se trata de verdades o directrices, no dogmáticas, sino nacidas de la experiencia cooperativa: inducidas de la observación y proyectadas por deducción al mundo cooperativo en general.
La Alianza Cooperativa Internacional en su Congreso de Manchester de 1995, estableció como principios cooperativos fundamentales, a los siguientes:
1) Libre Membresía: esto es, puertas abiertas, neutralidad religiosa, política, racial y social –no económica-, es decir cooperativas accesibles a todas las personas de carne y huesos;
2) Control democrático de los asociados: resumido sabiamente en la perspectiva antropocéntrica cooperativa: “una persona un voto”;
3) Justicia distributiva: es decir, distribución de excedentes en proporción a las operaciones que cada asociado efectúa con su cooperativa o principio de los ‘retornos cooperativos´.
4) Autonomía e Independencia: Las cooperativas deben ser empresas de servicios autónomas, de esfuerzo compartido y autocontroladas por sus asociadas;
5) Educación, formación e información cooperativas: Esta regla de oro cooperativa consiste en la adquisición del hábito de ver, pensar, actuar y juzgar de acuerdo con los principios y el ideal cooperativo;
6) Integración cooperativa: Las cooperativas asociándose, integrándose, lograrán economías de escala y de alcance para, de este modo, servir más eficazmente a sus asociados, fortaleciendo la estrategia cooperativa;
7) Interés por la Comunidad: Esta responsabilidad social cooperativa es notable y, desde siempre, el genuino desempeño cooperativo benefició a la sociedad circundante.
La probada eficacia y eficiencia del desarrollo cooperativo secular argentino, urbano, rural, y en todos los sectores, se explica -y predice- por todas y cada una de sus respuestas satisfactorias a múltiples y diversas necesidades a lo largo y a lo ancho del territorio nacional, lo que espontánea y naturalmente ha concitado cierta simpatía y aceptación general de nuestras cooperativas por nuestros compatriotas.
Colaboración: Roberto Bertossi
El 6 de julio de 1930, vecinos santarroseños que buscaban brindar el servicio de electricidad -en esa época en manos de la SUDAM- firmaron el acta fundacional de la CPE. Fue en octubre de 1935 cuando la «Usina de las trilladoras» distribuyó energía a Santa Rosa por primera vez. Este lunes 6 de julio, la CPE cumple 85 años y lo celebran con un gran Baile Popular.