El 5 de octubre de 1925, se desarrolló en Buenos Aires el Primer Congreso Panamericano de Carreteras y de allí se tomó la fecha para esta celebración anual.
Pocos países del mundo tienen en su calendario asignado el “Día del Camino”, que en Argentina se extiende a todos los trabajadores de la actividad vial, que es variada y compleja, abarcando no solo la construcción de rutas, sino todo lo referente al señalamiento, la conservación y la seguridad vial, tema de vital importancia.
Fue durante la segunda presidencia de Roca cuando se creó el Ministerio de Obras Públicas y posteriormente la Dirección de Vías de Comunicación. La Ley 4301, del 26 de enero de 1904, le dio forma orgánica, disponiendo la construcción de 89 puentes y 107 caminos.
En el año 1922 el Touring Club Argentino organizó el Primer Congreso Nacional de Vialidad, época en que terminó la primera presidencia de Hipólito Irigoyen y comenzó la de Marcelo T. de Alvear.
En tanto, el 5 de octubre de 1925 se inauguró el Primer Congreso Panamericano de Carreteras, en Buenos Aires, y se instauró dicha fecha como Día del Camino.
A su vez, en el transcurso del mencionado año se construyeron algunos caminos pavimentados, como Morón-Luján, en hormigón armado, proyectado por el Ingeniero E. Arenas.
El 5 de octubre de 1932 se promulgó la Ley Nacional Nº 11.658 que establecía la creación de la Dirección Nacional de Vialidad, la cual se encargaría del estudio, proyecto, construcción, administración y conservación de la red vial nacional.
Ese organismo se consolidó sobre las bases de la Dirección de Puentes y Caminos. Para garantizar el funcionamiento, se dispuso la asignación de recursos económicos que provendrían de un impuesto de 5 centavos por litro de nafta y otro adicional del quince por ciento sobre el valor de los lubricantes. Asimismo, se determinó la creación de una Ayuda o Fondo Federal para la construcción de caminos provinciales en todo el país.
La mencionada época determinó el inicio, el período de estudio, proyecto y construcción de las principales carreteras.
Resulta difícil comprender que nos pasó en materia vial y porqué llegamos a situaciones tan delicadas como las que atravesamos actualmente. Sin duda que la desaparición del ferrocarril con el consecuente incremento del movimiento de la producción por carreteras fue el gran colapso.