Semanario REGION®

Del 3 al 9 de mayo de 2019 - Nº 1.359 - Año 29 - INPI 1983083

Como superar los obstáculos que no te dejan ser

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Muchas veces escuchamos “no puedo ser lo que quiero por ésto, por aquello, por tal persona o tal otra”. Que te hace sentir mejor? Lograr lo que querés o no lograrlo? Lograrlo por cierto. No lograrlo genera frustración y con eso has venido lidiando hasta ahora. Nada ni nadie tiene la culpa de tus “no logros” es decir de tus fracasos, al menos que vos le des el poder para ello.

En realidad “aquello que no te deja ser” no es un impedimento porque no impide tu realización, sino que es un obstáculo y merece ser tratado como tal.
Pensá en un paisaje en el que te gustaría estar: El mar, una playa, las olas rompiendo sobre alguna roca lejana, el aroma a agua salada te inunda, niños ríen a lo lejos y, al otro lado, alguien toca la guitarra junto a una fogata, el sol cae en el horizonte… Si no te gusta, vayamos a un bosque, un bosque de troncos añosos y follaje tupido apenas atravesado por unos tenues rayos de luz. Caminás por un sendero, el perfume de las flores es intenso, respiras hondo, los pájaros cantan, un colibrí se detiene junto a tus ojos, lo mirás y sonreís mientras escuchás el murmullo de un arrollo que se precipita a lo lejos… O tal vez te gustaría disfrutar de un paisaje montañoso, la imponente cordillera de Los Andes con sus cumbres nevadas en un día de primavera cuando el hielo comienza a derretirse y los surcos de agua serpenteantes bajan raudos hacia un caudal mayor y allá abajo todos se unen para formar un caudaloso rio que cruza. En la ribera, unos niños tiran piedras interrumpiendo el reflejo del sol en el agua mientras que los caballos y cabras pastan plácidamente. Más allá, una pequeña casita, sale humo de la chimenea y llega hasta vos el olor del pan recién horneado... Estás ahí? Estás en el paisaje que elegiste? Bueno ese paisaje es tu vida y lo que te impide llegar a ella es solamente una pared. Una pared es limitada, tu paisaje no lo es. Tu paisaje empieza antes y continúa después de esa pared. Entonces, te darás cuenta, que la pared no es tan alta, que podés en puntas de pie observar el horizonte, o que podés correrte a la derecha, o a la izquierda y verlo por el costado, también observarás que la pared no es totalmente sólida sino que tiene pequeños orificios por los que verás filtrarse la luz del sol y además, que podés, a pesar de la pared, escuchar los sonidos y sentir los aromas de tu paisaje.

Ya no es un secreto el gran poder que tiene la mente humana ni tampoco, que nosotros, somos nuestros mayores enemigos. Es hora que dejemos de echarle la culpa a paredes limitadas y perforadas y vayamos por nuestros sueños. Lógicamente, es verdad que los éxitos no llueven pero sí pueden llover otras cosas que de a poco te ayudarán a alcanzarlo como por ejemplo, claridad, inteligencia, valor, fuerza…

Inspirado en las enseñanzas del Dr. Mario Alonso Puig.