En Chipre, la isla del mar Mediterráneo que pertenecía a la diosa Afrodita, las playas impactantes se combinan con antiquísimas y variadas muestras culturales.
Ruinas, playas, antiguos acueductos, montañas y más de 5.000 años de herencia cultural a flor de piel, son solo algunas de las atracciones que ofrece la República de Chipre.
Ubicada a solo 94 kilómetros al sur de Turquía, Chipre tiene una longitud de unos 160 kilómetros y un ancho de 97, por lo que es la tercera isla más grande del Mediterráneo. A lo largo de su historia, ha sido invadida y tomada por los griegos, persas, otomanos, turcos, romanos y británicos, entre otros, por lo que Chipre tiene muestras arquitectónicas y obras de ingeniería que responden a los más variados estilos.
El propio Alejandro Magno conquistó Chipre, pero la influencia helénica aún permanece entre el pueblo chipriota, ya que heredaron el idioma griego. Otra parte de la población tiene mucha influencia de la cultura y las tradiciones turcas.
Lárnaca
Lárnaca es la tercera ciudad más grande de la isla y una de las mayores atracciones por sus diversos puntos arqueológicos y acueductos griegos. Las angostas calles del antiguo barrio turco se mezclan con el ruido de los modernos bares, haciendo de esta ciudad un paraíso para aquellos que quieren recorrer iglesias y mezquitas históricas, pero también salir a divertirse.
Muy cerca de Lárnaca, el extremo oriental de la costa de Chipre, se encuentra el centro turístico Ayia Napa, un rincón paradisíaco regido por tranquilas aguas turquesas y arenas blancas. Considerada la “Ibiza” chipriota, los bares, restaurantes y discotecas invitan a vivir la movida vida nocturna luego de disfrutar de la playa.
Paphos
El pequeño pueblo de Paphos fue la capital de Chipre bajo el dominio de los griegos y los romanos. Hoy es parte del Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO y encanta con sus interesantes paisajes de su costa donde, se cree, nació la diosa griega Afrodita. Paphos cuenta con decenas de monumentos y edificios históricos como monasterios medievales y hermosos mosaicos romanos que representan escenas de la historia mediterránea.
La actividad turística es un recurso muy importante de la isla, que cuenta con excelentes complejos hoteleros.
Nicosia
La capital de Chipre, la ciudad de Nicosia, se encuentra en el centro de la isla y llama la atención por la combinación entre el antiguo casco viejo y las construcciones cosmopolitas.
Calles empedradas y angostas, adornadas con edificios de diferentes períodos históricos, se conjugan con tiendas de artesanías, cafés y bares.
En los alrededores se pueden visitar iglesias y monasterios bizantinos, yacimientos arqueológicos y modernos malls para hacer compras.
Fuente: www.todoparaviajar.com