“Los pampeanos somos productores y somos de echar raíces, proyectar y movilizar”, señala Amela en su carta al Presidente.
Por Tomás Amela
Decidido a bosquejar brevemente, dando moldura a una opinión que, de seguro alejada ésta de un conocimiento pleno del país en su trama macroeconómica. En su definición lo macroeconómico se sustenta en un manejo responsable de esa parte de la economía que “contribuye a sentar las bases para un crecimiento sostenido, aseguraría permitir reducir las brechas de desarrollo y avanzar en materia social con más inversión, empleo e ingresos, menos inflación y pobreza, en definitiva, beneficios en el bienestar económico y social”.
La provincia de La Pampa, Señor Presidente, mediterránea geográficamente, por cierto, y con las dificultades logísticas propias de nuestra ubicación y en un orden contraído de densidad poblacional, requiere y advierte de un mecanismo diferencial por parte del Estado Nacional, que coloque a La Pampa, en las preferencias de las decisiones técnicas de inversión, que logren transformar las ventajas comparativas respecto de otras jurisdicciones, que de momento y por historia no le son favorables.
En estos 40 años de democracia, quienes han gobernado la provincia han tenido como premisa ir generando un crecimiento acorde a las posibilidades políticas - económicas de ocasión, generando un avance participativo en nuestro vasto territorio.
La Pampa se destaca por el sostenimiento de la institucionalidad que hace al desarrollo de cada una de las entidades que marcan notorias representaciones en cada una de las localidades pampeanas. Tiene universidad, agroindustria, comercio, viticultura, áreas bajo riego, apicultura, educación técnica, lechería, parques industriales, zona franca, incentivos al consumo y la producción con un Banco que apuesta a ello.
Aeropuerto internacional de cargas, parques agroalimentarios, polos tecnológicos, asociaciones intermedias, sistema mutual y cooperativo, deporte, cultura, turismo, sistema médico público y privado. Servicios sanitarios, agua potable, gas y cloacas en la mayoría de los pueblos que componen esta atractiva geografía pampa.
La Pampa tiene minería, producción de petróleo y sal. La Pampa tiene aguas subterráneas, y un acueducto proyectado en vías de lograr una mayor extensión.
Por lo expuesto y más, esta provincia, no está en condiciones de ser discriminada señor Presidente. Con cada recurso pecuniario que ha obtenido por Ley o por aportes extraordinarios, ha ido realizando ordenadamente inversiones, en infraestructuras, viviendas sociales y demás, más allá de diferencias o concordancias ideológicas, y las pruebas están a la vista.
Los pampeanos somos productores y somos de echar raíces, proyectar y movilizar. Hoy, se padece el parate de la construcción en donde La Pampa se caracteriza por el ordenamiento y planeamiento urbano y sostenido respecto de la construcción de viviendas privadas y sociales, y que ha dado cobertura a miles de familias y, además donde la demanda del techo propio no ha decaído, y donde la pequeña obra en cada pueblo de La Pampa es una necesidad con la que se puede ir dando respuesta social.
Hoy y siempre, La Pampa necesitará (vuelvo a insistir por la condición de provincia mediterránea) para seguir proyectando, mejorar y seguir ampliando las redes viales provinciales y nacionales asfaltadas que posibiliten la conectividad vial que la ubique estratégicamente en un polo central del transporte terrestre, y que además esa logística asegure menores costos y tiempos de traslados.
Este ruego requiere de acuerdos interprovinciales Señor Presidente, del mercado y de los inversionistas digo, ligado por el perfil ideológico de su mandato y del apoyo popular favorable que lo sustenta debería evaluar las condiciones económicas y técnicas.
Hace ya un poco más de un cuarto de siglo que empezamos a activar en post de la concreción de los Corredores Bioceánicos donde se visionaba que La Pampa fuese unos de los epicentros de la movida y que se traduzca en política de Estados. Muchos fueron los impulsores observando la amplitud de los beneficios comerciales, turísticos para toda una región en todo el trayecto entre puertos.
Señor Javier Milei, uno de los impulsores (hace ya más de 25 años) de aquella “patriada” de Travesía 4 x 4 “De La Pampa al Pehuenche”, el Dr. Carlos Alberto Medrano remarcaba: “la mediterrainedad debe entenderse como una condición y no como un defecto, pero aquella condición puede ser motivo de asilamiento y deprimir las comunicaciones en algún sentido, si las mismas no están aún desarrolladas” (*).
La envidiable tozudez del Dr. Medrano marcó de alguna manera voluntad política hacia la concreción que La Pampa tanto anhela, pero que aún no se ha plasmado en hechos concretos, por eso Señor Presidente, si el manejo responsable de la macroeconomía contribuye a la grandeza, que todo el esfuerzo tienda a mejorar socialmente de manera superlativa las economías regionales.
Atentamente,
Tomás Amela
(*) Fuente: REGION Empresa Periodística