Recorrer el Viejo Mundo, tiene infinitas facetas posibles, depende lo que uno busque conocer, el tiempo que tenga para hacerlo y el presupuesto disponible.
Lo mejor es ir de la mano de los especialistas en viajes -con experiencia-, que nos guiarán para no perdernos detalle. Pero hay lugar también para los más aventureros, que quieran lanzarse por su cuenta a rodar caminos y descubrir objetivos sobre la marcha.
Si uno generaliza «quiero conocer Europa», bueno, debería quedarse a vivir allí, al menos un año, recorriéndola.
Si uno desea «satisfacer la curiosidad» de conocer los principales puntos turísticos de Europa, necesitará varios viajes cortos -no menos de 20 ó 30 días-, abarcando distintas porciones de este continente fascinante.
En esta nota, la sugerencia es volar hacia allí y hacer un viaje relámpago en auto alquilado, con la asistencia de un GPS (Geo Posicionador Satelital) como guía.
El destino o el recorrido puede ser cualquiera, de acuerdo a su gusto o conveniencia.
La propuesta esta vez es a partir de Madrid, con una ruta bordeando el Mar Mediterráneo -sur de España y de Francia-, hasta atravesar Italia por el norte, llegando al Mar Adriático, en Venecia.
Las grandes capitales sintetizan el mayor atractivo publicitario, pero no constituyen el todo del conocimiento de cada país, su cultura y su gente, por ser lugares demasiado cosmopolitas.
Algunas ciudades intermedias o pueblos del interior, muchas veces atesoran lo más jugoso de lo que se puede apreciar.
Decir que uno ha conocido Madrid o Barcelona, es sinónimo de haber ido a España, pero para «calar hondo» el país, hay que adentrarse en los pequeños poblados, charlar con su gente, disfrutar de sus comidas y sus costumbres.
La posibilidad de desplazarse en automóvil, de «bajarse» de la autopista y adentrarse donde le guste, para luego retomar la ruta, es una decisión suya, que tendrá que ver con el tiempo que disponga y con qué lugares les resulten más pintorescos.
Ingresando por Madrid
El Aeropuerto de Barajas en Madrid, es un buen punto de ingreso a Europa para los argentinos, especialmente por la familiaridad del idioma, que facilita las charlas de ingreso en las cuales se debe cumplir con los requisitos necesarios (ver aparte «Convenio Schengen»).
Allí mismo hay muy buen servicio de empresas rentadoras de vehículos. De manera que uno puede bajarse del avión, subirse al auto previamente reservado y empezar a viajar como le plazca.
¿Dudas por no conocer el lugar?, olvídese, sólo necesita un GPS (Geo Posicionador Satelital) como guía para ir a cualquier lado.
En cuanto a los alquileres de autos, son muy convenientes, para un plazo mayor a una semana, calcular entre 15 y 25 euros diarios, con kilometraje sin límites, dependiendo del vehículo elegido.
Reserva de auto y hoteles
Para mayor seguridad, lo ideal es reservar el alquiler de un auto con la misma Agencia de Viajes a la que le hemos comprado el pasaje aéreo. También es bueno tener el alojamiento reservado al menos de las primeras noches en los destinos que hayamos elegido -es posible que se lo pida migraciones en el ingreso-.
No obstante, el viajero ya sabe la importancia de Internet como herramienta fundamental para emprender una salida turística y si ya está acostumbrado, puede animarse a resolver todo anticipadamente de manera virtual.
Lo importante en estos casos, es hacer negocios en sitios seguros y tener una buena documentación impresa de todo lo acordado previamente, referente a costos y servicios incluidos.
Manejar con GPS
Esta herramienta es muy sencilla de operar, absolutamente confiable y de gran practicidad.
Normalmente son pequeños monitores -pantallas táctiles-, a las que uno le ingresa el punto de partida y el punto de llegada.
La computadora del GPS trazará una ruta ideal -la más conveniente desde el punto de vista de la rapidez y el uso de autopistas- y lo guiará de manera visual y auditiva. Es decir: Podrá ver la ruta anticipada en la pantalla y a su vez la computadora le hablará en el idioma que le pida, diciéndole cuántos kilómetros debe recorrer hasta bajar de una autopista o en dónde debe girar en una calle de la ciudad. También le advertirá con un sonido y mensaje escrito, la presencia de radares de control de velocidad en la ruta.
Lo importante de este sistema, es la actualización de los programas -software- que contengan.
Es decir, la buena información de rutas y calles en países y ciudades que habrá de visitar. Por ello insistimos, ingresar por España es buena idea, para alquilar junto con el auto -por unos 5 euros diarios- un GPS bien dotado y ya preparado en nuestro idioma.
Otra posibilidad es adquirir su propio GPS en Argentina antes de partir y previamente cargarle los mapas de su interés. De todas maneras, es recomendable estudiar antes de viajar (por Internet) un mapa de los lugares a recorrer y al llegar a destino comprar un plano impreso de rutas actualizado -el material de Michelín es muy bueno-, para tener una idea global del terreno.
Combustible y peajes
La carga de combustible en España y Francia, es del tipo autoservicio, mientras que en Italia es habitual que nos despache personal de la estación. Los paradores para comer en ruta son muy recomendables y bastante convenientes en precio y calidad, aunque claro está, todo vale cinco veces más.
El precio de la «gasolina 95», algo así como nuestra nafta súper, según el lugar y la marca, oscila entre 1,10 y 1,40 euros por litro.
Si saca cuentas de un tanque lleno le correrá frío por la espalda y cuando sepa que los peajes cuestan entre 5 y 30 euros, depende el país y la distancia recorrida, sentirá taquicardia, pero bueno, estará viajando por Europa y le podemos asegurar que es más barato que viajar en tren y tomar taxis y la libertad de desplazamiento, no tiene precio.
Lo bueno de todo esto, es que las tarjetas de crédito son admitidas en todas partes, incluyendo comidas, combustibles y las barreras automáticas de los peajes.
El recorrido
La propuesta de viaje entonces, es a partir de Madrid, con una ruta bordeando el Mar Mediterráneo -sur de España y de Francia-, hasta atravesar Italia por el norte, llegando al Mar Adriático, en Venecia, la que iniciaremos en la próxima edición...
Segunda parte>>
¿Qué es el «Convenio Schengen»?
El 14 de junio de 1985, la República Federal de Alemania, Francia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos firmaron el Acuerdo de Schengen (localidad situada en Luxemburgo), consistente en eliminar los controles en las fronteras internas, lo cual se efectivizó en 1995 y se fue ampliando paulatinamente a más países. La desaparición de los controles en las fronteras interiores se compensa con controles mucho más rigurosos en las fronteras exteriores del «espacio Schengen» (por ejemplo: aeropuertos). De manera que al ingresar uno a cualquiera de los países de la comunidad europea en este espacio, el visado o permiso de ingreso es fundamental hacerlo bien, para luego poder circular con amplia libertad dentro de los estados miembros del Acuerdo.
Por lo tanto, atención a los requisitos:
1) Documento de viaje válido (Pasaporte Argentino).
2) Acreditar solvencia económica, entendiendo por tal la suma mínima de 60 Euros por día de estancia y por persona (pueden solcitarle que muestre dinero en efectivo y/o cheques de viajeros, o que acredite con certificado de la entidad bancaria -no impresa de internet- los fondos disponibles en cuenta).
3) Reserva de hotel paga o Carta de invitación emitida por un residente en España, firmada por la Policía Nacional.
4) Pasaje aéreo de ida y vuelta, con fecha de retorno no superior al periodo de permanencia en los países del Acuerdo de Schengen (Máximo 90 días).
5) Seguro médico de viajero (vigente por el período de permanencia), de 30.000 Euros.
6) No haber permanecido en uno o varios países del Acuerdo de Schengen por más de dos periodos de 90 días en el término de un año anterior a la fecha de arribo. No contar con una denegación de visado de residencia en el país que ingresa.
7) Haber dejado transcurrir al menos 90 días desde su última salida de un país del Acuerdo Schengen.
Paises del Acuerdo Schengen: Alemania, Austria, Belgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Portugal y Suecia. Por todos ellos, una vez ingresado en un aeropuerto o límite externo y haber hecho el trámite de migraciones con éxito, podrá circular libremente sin tener que hacer paradas en las fronteras. Esto es una gran comodidad al trasladarnos en auto, sin demoras de ningún tipo.
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