Técnicos de la Subsecretaría de Ecología y especialistas del Archivo Histórico Provincial viajaron hasta la Reserva Provincial Pichi Mahuida, con la finalidad de investigar la posible existencia de restos arqueológicos.
Para tal fin se realizó una prospección asistemática y dirigida de diferentes áreas de la Reserva Provincial Pichi Mahuida. También se recorrió un cañadón perpendicular al río Colorado, en el cual se ubicaron afloramientos de rocas graníticas, en distintos lugares, sobre cuyos perfiles se observan rodados de río y sedimento arenoso. En ciertas áreas se encuentran concentraciones de granito disgregado y en algunos perfiles se observan pequeñas cuevas, cáscara de huevo de ñandú y diversos fragmentos óseos.
En la confluencia del Cañadón con el río Colorado, se prospectó la orilla izquierda río arriba, yendo por sobre las terrazas y volviendo por la costa, observando los perfiles. Por sobre las terrazas se encuentra una elevación de roca granítica que se prospectó sin hallarse evidencias de áreas de “cantera-taller”. En tanto que en el perfil de un sector de las barrancas del río, se encontró una lente de ceniza de aproximadamente 25 cm de longitud por 2 cm de espesor.

Sin evidencias arqueológicas en el área
En el sector del Dique Salto Andersen se recorrió la margen izquierda río abajo, hasta un afloramiento de roca granítica (con vetas de cuarzo) y arenisca metamorfizada. El sedimento de las barrancas es limoso con gran cantidad de rodados. Se encontraron en diferentes partes de este sector lascas fragmentadas de basalto. Debido a la escasez y dispersión del material arqueológico puede considerarse como un área con manifestaciones aisladas, sin evidencias suficientes para considerarlo un lugar de asentamiento.
Este área ha sido elegida por la Subsecretaría de Ecología para realizar un espacio de camping en el marco de un proyecto para el uso público de la reserva, por ello se realizó este recorrido a través del cual no se encontraron artefactos arqueológicos pero si basura contemporánea.

Un camino que conduce al río
Otro área recorrida es un camino que conduce al río Colorado. En dicho área predomina la vegetación ribereña y el salitre, y allí se hallaron bivalvos actuales. Además se recorrió el área río abajo ya que aguas arriba el río se encajona y no es posible continuar caminando por la orilla. También se exploró el camino de acceso y área circundante, sin hallarse evidencias arqueológicas.
Hacia el límite Oeste de la reserva se encuentra una cueva en una formación de tosca a unos 800 metros del río hacia el Norte, donde se observó las inmediaciones de la cueva y se prospectaron las elevaciones de rodados en dirección al río sin hallar evidencias arqueológicas.