El 15/12/1972 la Asamblea General de la ONU designó el 5 de junio «Día Mundial del Medio Ambiente», con miras a hacer más profunda la conciencia universal de la necesidad de proteger y mejorar el medio ambiente. La provincia de La Pampa adhirió a través de la Ley 2085 al Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA) que entre los objetivos impone: «difundir el concepto de que la responsabilidad en la protección y/o preservación del ambiente debe ser compartida entre la comunidad y el Estado».
A partir de la adhesión de la provincia de La Pampa al Consejo Federal de Medio Ambiente, se hace necesario «...unirnos para crear una sociedad global sustentable fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz…» como dice en la misma. El objetivo a lograr ahora, en donde todos debemos intervenir, es aunar coincidencias remarcando esta fecha, tratando que en el calendario no se la considere una efeméride más, pretendiendo que sea un disparador para anotar en nuestra agenda diaria.
Durante los últimos años se ha incrementado el interés general por la temática ambiental y paralelamente han venido desarrollándose metodologías de gestión que buscan disminuir costos de proceso con énfasis en la reducción de desechos, sin afectación de la calidad de los productos. La conjunción de estos factores permite identificar alternativas como la denominada Producción más Limpia (P+L).
La definición adoptada por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente sobre Producción más Limpia es “la aplicación de una estrategia ambiental preventiva e integrada de los procesos productivos para reducir los riesgos relevantes a los seres humanos y el ambiente”. Se emplea de igual manera al sector industrial, al sector de servicio, a los sistemas de transporte y a la agricultura. No se trata de una definición legal ni científica que pueda ser sometida a análisis minuciosos. Es un término muy amplio que abarca lo que algunos lugares llaman minimización de desechos, prevención de contaminación y otros nombres parecidos.
Son muchos y variados los factores que generalmente conducen a los empresarios a incorporar la variable ambiental en sus procesos, la mayoría de las veces se deriva de la presión ejercida por las leyes ambientales, o por la necesidad de cumplir los requerimientos de clientes que auditan la gestión ambiental de sus proveedores. El cuidado del ambiente debería hacerse por otras razones, por ejemplo, minimizar costos por uso racional de los recursos y las materias primas, disminuir gastos de disposición final de residuos, evitar juicios, tener mayor acceso a créditos e inversiones ó acceso a nuevos mercados, entre otros.
La producción más limpia hace referencia a una mentalidad que enfatiza la producción de los bienes y servicios con el mínimo impacto ambiental bajo la tecnología actual y límites económicos. Todo proceso productivo genera residuos de algún tipo, sin embargo, debemos esforzarnos por hacer mejor las cosas que en el pasado, si es nuestro deseo vivir y dejar a nuestros hijos un planeta habitable.
Apropiar valores de solidaridad y fraternidad, usar racionalmente el agua y la energía en nuestros ambientes cotidianos, comprometernos a ser parte de la solución y no del problema de los residuos, son conductas que contribuirán a un crecimiento equilibrado. Sólo mediante el compromiso de todos y no esperando a que los demás sean los encargados del cambio, lograremos el progreso sostenible.
La Producción más Limpia no debe confundirse con reciclaje y tratamiento de efluentes, pues en sí mismos no constituyen una P+L. El principal enfoque es la prevención durante el proceso manufacturero y el análisis del Ciclo de Vida de los productos. Involucra aplicación de conocimientos, mejoramiento de tecnologías y principalmente «cambio de actitud», pues además de lograr un nivel menor de contaminación y de riesgos ambientales, la producción más limpia es, una buena estrategia competitiva de negocios.
Además de usar eficientemente los materiales, optimizar los procesos, generar menos desechos y tener costos operativos más bajos, se optimizan los ambientes de trabajo obteniendo así mayor productividad y disminuyendo las pérdidas de tiempo por enfermedad y accidentes. En las nuevas tecnologías estos criterios ya están incluidos en el diseño de los procesos y los equipos; el reto más importante está en las plantas viejas, donde se requiere promover incentivos para modificar o cambiar el proceso.
Los conceptos de la producción más limpia se están incorporando gradualmente en las operaciones industriales. Sin embargo, su aceptación es lenta porque existen diversos obstáculos. La experiencia indica que la principal barrera es la tendencia humana a rechazar los cambios y la baja motivación en incorporarlos. La falta de conciencia y de información sobre metodologías y tecnologías apropiadas, son también motivos importantes.
En muchos casos, la tecnología, de hecho, es de gran ayuda para la prevención de la contaminación, pero esto no quiere decir que no pueda hacerse nada sin las nuevas tecnologías. La experiencia en otros países que han adoptado producción más limpia es que aproximadamente la mitad de la contaminación generada a nivel nacional podría evitarse con mejoras en las prácticas de operación y simples cambios de proceso.
En los últimos años, los especialistas ambientales han desarrollado una gran cantidad de herramientas y habilidades que pueden ayudar en la implementación general de acciones de producción más limpia.
A nivel de planeamiento, diferentes técnicas incluyen:
• Evaluación del impacto ambiental;
• Evaluación y control de riesgos ; y
• Auditorías ambientales.
Sistemas de control como el Cuidado de Calidad, el Cuidado Ambiental, el Cuidado Responsable y la Gestión de Calidad Total también se consideran herramientas de gestión ambiental. Entre las herramientas más específicas de producto, o proceso, se encuentran:
• Auditoría de desechos;
• Evaluación del ciclo de vida y eco-etiquetado;
• Auditoría energética;
• Seguridad química, y
• Mejora en el impacto del producto.
Sin embargo, es importante destacar que la P+L no se constituye por sí misma en una meta para obtener un certificado como los establecidos por los Sistemas de Estandarización de Gestión. El riesgo de depender demasiado de las políticas y estándares regulatorios es que las herramientas de gestión ambiental sólo se utilizan para cumplir con las regulaciones y no para mejorar el desempeño. Cuando se logra un sistema de cuidado de calidad con la visión de la producción más limpia, se tienen mejoras continuas, sin tomar en cuenta los posibles certificados que se puedan obtener a lo largo del proceso.
Las medidas ambientales deben ser vistas como una oportunidad para lograr el crecimiento económico y social cumpliendo el compromiso de dejarles un mejor lugar para vivir a las futuras generaciones.
Para mayor información consultar material del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente: www.pnuma. org ó en la página de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de Nación: www.medioambiente. gov.ar
Colaboración Ing. Carol Castillo - Revista «Producir» ©REGION®
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