A los ya consabidos atractivos turísticos que encierra la vecina provincia de Río Negro, se agrega ahora una nueva alternativa de ecoturismo.
El Ministerio de Turismo rionegrino acaba de lanzar un nuevo producto turístico relacionado con el avistaje de aves, aprovechando el ecosistema que rodea al Río Negro, que constituye el hábitat de unas 200 especies de aves que pueden observarse a lo largo de los casi 800 kilómetros que recorre este espejo de agua, de oeste a este del norte de esa provincia.
El Río Negro ofrece diversos tramos que se pueden recorrer en bote o en canoa, observando las aves que se posan en el agua o en la costa, con la posibilidad de incluir paseos a pie para internarse en el monte y observar otras especies características de esa geografía. “Hace tres años que venimos trabajando en este producto” explica el Ministro de Turismo de la provincia, Omar Contreras, “el primer año lo dedicamos a la investigación, el segundo a la capacitación de los prestadores y ahora estamos en la etapa de difusión y comercialicación”, resume el funcionario.
Este producto, ya se está ofreciendo en la zona del Alto Valle, donde los prestadores del lugar organizan flotadas por diversos recorridos, pudiendo optar por avistajes de corta duración, hasta programas de dos días completos, que incluyen las comidas y los implementos necesarios para una noche de campamento con todas las comodidades.
Biguá |
El avistaje
La flotada se inicia en las nacientes del río Negro, confluencia de los ríos Neuquén y Limay. A lo largo del cauce del río, se pueden identificar diferentes ambientes, originados por la geomorfología, el suelo y la erosión, tales como islas, brazos, lagunas y otras formas que son atractivas como refugio de las aves.
Allí pueden observarse especies como gallaretas, cisnes de cuello negro, cisnes coscoroba, macaes, biguás, distintos tipos de patos y quetros. Estas especies se encuentran nadando en el agua, volando, posadas en la vegetación, o bien, descansando en la costa. En los sitios en que el río fluye por pequeños brazos, la velocidad del agua y su profundidad es menor, originándose otro tipo de ambiente, donde las aves predominantes son las zancudas. Las más frecuentes son la garza blanca, la garza mora, los flamencos, pitoitoys, teros y chorlos.
Donde los suelos son areno-limosos y con poca pedregosidad, se encuentran bosques en galería, ambientes ideales para el refugio de las aves, ya que ofrecen seguridad para sus nidos y abundante comida. Aquí se pueden observar especies como el gavilán mixto, la paloma picazuro, paloma torcaza, carpintero, zorzal patagónico, benteveo, garza bruja, chingolo, cortarramas y tordo, entre otros.
Huala |
Amplia variedad
Cuando estos suelos son regularmente inundados por el río, los ambientes son ocupados por pequeñas aves como los chingolos, mistos, jilgueros, diucas, cabecitas negras, monjitas, tijeretas, torcacitas, loycas y cardenales. Pero cuando el agua permanece durante gran parte del año, se pueden observar especies tales como los junqueros, gallinetas, pollonas, varilleros y gallaretas de escudete rojo.
En las zonas donde el suelo es rocoso y escarpado, la vegetación dominante es la estepa arbustiva o monte.
En esta comunidad se encuentran muchas especies de aves que se han adaptado a las condiciones extremas del desierto, tales como el halconcito colorado, jote de cabeza negra, jote de cabeza colorada, calandria, yale, cachilote y viuditas. |