Este domingo se recuerda el «Día del Mecánico», ese trabajador que combina ciencia y arte para atender a nuestra unidad de traslado según sea su especialidad.
A quien recurrimos con confianza a la hora de un problema, pero al que pocas veces acudimos preventivamente.

Antes de salir...
Para todo viaje que deba emprender, pero especialmente para un recorrido largo por nuestro país, es recomendable un control a fondo de su vehículo. Frenos y neumáticos en buen estado es fundamental, junto a una inspección general de dirección, tren delantero y la suspensión. Controlar la rueda de auxilio y el freno de mano, que estén bien.
Además del cambio de aceite y filtros -aceite y combustible- cuando corresponda, controlar nivel de caja de velocidades y hacer siempre una limpieza del filtro de aire -mejora el consumo y el rendimiento en general-.

El imprevisto más simple como tener que cambiar un neumático nos pone en situación de riesgo. Hay que tratar de minimizar las posibilidades con más controles.

El motor bien afinado es otro punto de cuidado -para que no se «apune» en sitios de altura y que también no exceda el consumo-. El radiador limpio con agua destilada -sin sarro-líquido refrigerante -llevar algún bidón de agua extra siempre es recomendable-; el aire acondicionado -si fuera el caso- funcionando bien y súper importante: Controlar que todas las luces funcionen -llevar algún fusible extra- y nada de pavadas como «de día no enciendo la luz corta porque me gasta más», es MUY importante viajar las 24 horas con luz corta encendida.
Si su vehículo tiene la opción de consumo de GNC, planee el viaje en base a las recargas de su autonomía. Para eso es recomendable adquirir la revista «Hojas de Rutas» que edita REGION® ($ 3), que se actualiza en forma permanente, la última es la Nº 13.

Hay que ser precavido con rutas llovidas. El efecto «aquaplaning» recientemente cobró 8 vidas cerca de General Pico.

Todo conductor debe...
Asegurarse que tiene el seguro mínimo contra terceros, pago al día y que su compañía le da cobertura de servicio de emergencia si cruza la frontera.
Llevar matafuegos, más que una obligación hacia las autoridades de control, tómelo como hacia su familia.
Usar los cinturones de seguridad -todos y siempre-, en el momento de necesidad pueden hacer la diferencia entre vida y muerte.
Llevar los menores de 12 años en el asiento de atrás y con cinturón ajustado, aunque se quejen.
Seguir las recomendaciones del fabricante del vehículo si tiene air bags.
Disponer de un bidón especial para combustibles si está obligado a llevar más nafta.
Cargar bien los bultos en el baúl, poniendo los más pesados hacia el centro del vehículo y lo más livianos hacia la cola del mismo.
Circular a baja velocidad si llueve o hubo lluvia, para evitar desgracias en derrapes.
Controlar la documentación que va a necesitar antes de salir y no dejar el volante en manos inexpertas en ruta.

Definiendo al Mecánico Automotor
	Como en cualquier oficio, hay mucho de arte y de experiencia, pero la «cancha» no reemplaza a la capacitación permanente. Procure que el remedio no sea peor que la enfermedad.
El Mecánico está en la capacidad de ejecutar las tareas y operaciones de diagnóstico y mantenimiento preventivo y correctivo de los sistemas funcionales del automotor, aplicando procedimientos y especificaciones técnicas del fabricante y considerando los aspectos de seguridad en el trabajo y la protección del medio ambiente. Al nivel de su competencia, las funciones y tareas siguientes: Es un técnico de Nivel Operativo que tiene dominio de la ocupación y está en la capacidad y competencia para conducir, con autonomía, un puesto de trabajo en función a las exigencias técnicas y de calidad del servicio automotor. También ejecuta tareas especializadas de mantenimiento y reparación de vehículos pesados y máquinas de trabajo, hace uso de la tecnología actualizada y tiene la formación que le permite adaptarse a nuevas situaciones por la innovación y avance tecnológico. Ciudado con los truchos Locales no habilitados, normas de seguridad que no se cumplen, operarios no calificados que trabajan en el fondito de un terreno, donde todo «se ata con alambre». Como en cualquier oficio, hay mucho de arte y de experiencia, pero la «cancha» no reemplaza a la capacitación permanente. Procure que el remedio no sea peor que la enfermedad.