Donde antes sólo corría un curso de agua en medio de un paisaje desértico, el hombre construyó un lago artificial de nada menos que 55 km de largo en una superficie de 36 mil hectáreas, embalse que constituye el segundo de Sudamérica entre los no formados naturalmente.
Donde antes, apenas unos años atrás no había otra cosa que el embalse y la presa, ahora se erige el nuevo pueblo de Casa de Piedra. Un emprendimiento turístico productivo que constituye un verdadero desafío para la gestión gubernamental actual.
La infraestructura de viviendas (20 en total) con signos distintivos y formando una unidad arquitectónica, energía eléctrica de alumbrado público, agua potable, galpones para el Ente Comunal, sedes de Prefectura y Policía, riego por goteo y aspersión, chacras productivas con especies exóticas y alrededor de 14 mil especies vegetales implantadas, son una realidad, que el pasado jueves 30 de noviembre el propio gobernador pampeano, Carlos Verna puso en marcha, tras el corte de cintas en compañía de la vicegobernadora Durango, el ministro Bargero y el flamante encargado comunal, Exito Gianforte (foto).

Hemos apostado al turismo, señaló Verna
«Hace tres años, cuando asumimos la conducción del gobierno de La Pampa dijimos que nuestra administración tenía 3 ejes: la producción, la descentralización de la gestión administrativa y la construcción de un polo turístico en Casa de Piedra» recordó en su discurso el gobernador, señalando luego «...hemos apostado al turismo. Estamos construyendo y hemos construido hospedajes y lugares para hacer que los turistas hagan de La Pampa un lugar de paso y de estadía», enumerando a continuación varios logros productivos hasta regresar al tema: «Nos faltaba por lo tanto mostrar y hablar de este polo turístico y productivo de Casa de Piedra, que comenzó siendo el sueño de pocos, fue luego el sueño de varios y es hoy el sueño de muchos. Esperamos que a partir de este momento sea el sueño de todos los pampeanos...»

«Una postal que no parece La Pampa» expresó Verna a orillas del gran lago. Once millones de pesos invirtió el Gobierno en este emprendimiento productivo y turístico, donde ya se colocaron 14 mil plantas.

Tras múltiples agradecimientos a todas las áreas y organismos que se vieron involucrados en esta obra, que de la nada se hizo todo, el gobernador Verna agregó: «Con el esfuerzo de todos estamos hoy aquí creando este lugar para el trabajo de los pampeanos, para el desarrollo productivo, turístico, recreativo, deportivo, ecológico y comercial. Estamos a la vera de un lago donde estamos inaugurando mucho más que una obra. Estamos junto a 36 mil hectáreas que crean un oasis, rodeados de rocas y de grises, porque estamos en la Patagonia Argentina...».»El Gobierno de La Pampa desde aquí, desde el sudoeste de la Provincia, sobre la ribera del Río Colorado, quiere convocar a todos los pampeanos, a los argentinos y por qué no a los extranjeros a que vengan a compartir con nosotros para hacer crecer este pueblo. Que vengan a compartir el hacer de Casa de Piedra un lugar en el Mundo y lo hacemos desde La Pampa que es nuestro lugar en el Mundo”.

Una fiesta con todo
Unas 600 personas concurrieron a la cita en una jornada que alcanzó brillo y que incluyó además la inauguración oficial de la red de alumbrado público, el corte de cintas en los dos grandes galpones de la comuna Casa de Piedra y que tuvo, por si las nuevas obras no bastaran, otro aspecto saliente recreativo para la vista y los oídos de los asistentes, un espectáculo de fuegos artificiales, desde la costa y sobre plataformas dentro del lago, un video explicativo de lo realizado y por hacer y el espectáculo musical que antecedió a la cena, a cargo de un grupo de General Pico y la voz de Laly Robledo.

A la historia con Exito
El flamante delegado comunal quedará en la historia reciente, como aquel que le tocó arrancar esta significativa etapa. Tal vez su nombre, «Éxito» Manuel Gianforte, signifique un adelanto del futuro de este sitio que reune todas las condiciones para ser precisamente, exitoso. En su mensaje durante el acto inaugural frente a las viviendas, Gianforte agradeció a todos los que trabajaron en el emprendimiento y al final pasó «un avisito de campaña», con un párrafo para el actual precandidato a gobernador, contador Oscar Mario Jorge, señalando «espero que cuando usted llegue a ser gobernador, cosa de la que no dudo, ponga el mismo esfuerzo por seguir haciendo crecer a este sueño convertido en realidad por el gobernador Verna».

El trabajo continúa
Por esos días se trabaja en la construcción del Albergue Deportivo, la Escuela que comenzará a funcionar como tal en 2008, la construcción del sector de servicios en la costa del lago, dos hoteles, estación de servicio, viviendas para la prestación de diversos servicios y otras obras de infraestructura.
Pero además de lo que podría denominarse el radio urbano de Casa de Piedra, hay proyectos y obras en marcha en prácticamente todo el perímetro, los que fueron recorridos durante la jornada inaugural por el gobernador, ingeniero Carlos Alberto Verna junto a un grupo de periodistas.
No menos intensa que en el pueblo es la actividad que se viene desarrollando en gran parte de los 250 km que delimitan el ente comunal Casa de Piedra. El depósito de las piedras para el rip rap de contención del lago coexiste con un proyecto productivo de especies exóticas de vides, nogales, cerezos a cargo del Ente del Río Colorado, todo con riego garantizado.

Magníficas postales desconocidas
El itinerario junto al primer mandatario pampeano se extendió por espacio de tres horas intensas y en cada lugar quedó claro el entusiasmo y el grado de compromiso que tiene el ingeniero Carlos Verna con el lugar y su transformación.
La presencia de las altas bardas circundantes, del canal aliviador de la presa y la panorámica del inmenso lago como fondo son hermosas postales, si bien desconocidas aún para cualquier pampeano que se precie de buen observador.
“Es dificil identificar este paisaje como parte de nuestro territorio”, coincidieron los visitantes en cada uno de los dos miradores a los que se accede por caminos enripiados y mejorados que forman parte del sector denominado de turismo aventura.
El cámping para los pescadores, junto a especies autóctonas como tamariscos de buen porte y los infaltables alpatacales y jarillares ya va teniendo forma desde el camino de acceso, la bajada para lanchas o los mismos sanitarios actualmente en construcción.
La oferta recreativa se enriquece de sólo mencionar las especies de pejerreyes, truchas, carpas, cisnes de cuello negro y una variedad fenomenal de la fauna avícola que pueblan el río, unos 40 metros abajo del espléndido observatorio.
El corte transversal de la barda muestra su construcción marina con paredes de conchillas que denuncian la presencia del océano, claro que muchísimos años atrás.
Entre los ayes de sorpresa por la vista que comparten el Gobernador y un reducido grupo de funcionarios junto a los hombres de prensa, la charla discurre por si el lugar estuvo ocupado por el océano Atlántico o el Pacífico antes de la formación de la Cordillera de los Andes.
Todo parece extraño a la actual mediterraneidad pampeana. “La belleza natural está, sólo hay que descubrirla”, es la conclusión lógica al ver tan magníficas vistas.

La vieja Villa Transitoria
Quienes llegamos a visitar en pleno apogeo la ahora vieja Villa Transitoria de Casa de Piedra, reconocemos lugares y memoramos sectores de un pueblo circular, con formas totalmente anti convencionales y dotados de servicios insólitos para la época como telefonía satelital y gas natural y donde convivían centenares de obreros de varias empresas que trabajaron en la construcción de la presa embalse.
Hoy sólo quedan huellas de aquel asentamiento provisorio. Algunas viviendas fueron trasladas a otros lugares como el actual Salón de Usos Múltiples de 25 de Mayo, o vendidas por las empresas a productores rurales y otras literalmente destruidas.
La decisión del Gobierno provincial actual es la de efectuar los trabajos necesarios de saneamiento, tapado de pozos ciegos, hierros que aforan de cimientos cementados y cámaras sépticas para convertir el sitio en un escenario de turismo aventura.

El puesto Riquelme
Si todo el recorrido descripto hasta ahora transcurrió al este de la presa en la zona donde se observa de frente al canal aliviador del dique, ahora desandamos el camino entre subidas, bajadas pronunciadas y curvas hasta retornar al nuevo pueblo y bordearlo por el nuevo camino de la ruta 34 que en su antigua traza quedó bajo las aguas del embalse.
Se observa allí la presencia de maquinarias que trabajan en el enripiado de la ruta a partir de la presencia aledaña de tres canteras acompañando el trazado, “elixir casi mágico para cualquier ingeniero civil con la tosca al alcance de la mano”, precisó el gobernador Verna recordando su profesión.
Remontando hacia el oeste, en dirección a 25 de Mayo unos 30 kilómetros, y luego de cruzar con tortugas de distintos tamaños y hasta de una iguana que descansaba a la sombra de un alpataco, llegamos al Puesto Riquelme, un asentamiento familiar de sólo tres años pero que bien podría constituirse en paradigma del esfuerzo.
Allí trabajan don Dionisio Riquelme y su simpática señora, en una chacra modelo de prolijidad. Él plantando especies arbóreas como sauces, pinos y olmos alrededor de la sólida vivienda de material, en busca de la sombra deseada para mitigar los rayos solares de la época y los vientos tan característicos y persistentes de la región.
Del mismo lago y mediante un ingenioso sistema impulsado desde la toma de fuerza de un viejo tractor, Riquelme lleva agua para regar los viñedos, perales, pelones, duraznos, cerezas y tomateras, entre otras especies productivas.
A la variada huerta detrás de la vivienda se suma un espacio totalmente “limpio” que en breve albergará un sembrado de alfalfa.
Mientras el hombre trabaja con una gastada pala, su esposa Betty, se encarga del cuidado de más de 200 chivos que luego comercializan con los visitantes. “Llegamos hace tres años de General Roca y de aquí no nos iremos más”, apunta convencida la mujer.

El criadero de truchas
El punto final de la extensa recorrida es el criadero de truchas a sólo unos dos mil metros del Puesto Riquelme.
Lo que ahora son dos casillas que albergan a los encargados del proyecto, pronto será una vivienda e instalaciones acordes al trabajo, como por ejemplo los tanques de depósito de las truchas que llegan desde Puelén cuando son alevinos.
De allí van a las jaulas adquiridas en la vecina Chile e instaladas unos mil metros adentro del lago hasta las que llegamos a bordo de una lancha.
Compartimentadas, dichas jaulas albergan actualmente seis mil truchas adultas en la primera, otras seis mil en la segunda, nueve mil en una tercera y 14 mil juveniles en la cuarta.
El preciado pez es rutinariamente alimentada con balanceado tipo “pellet” compuesto por harinas, que se fabrica en un molino de General Pico y que mediante un pequeño motor y una manguera terminal, se lo impulsa a las jaulas de ocho metros de profundidad (siete de ellos sumergidos), generando una verdadera “revuelta” de los miles de peces en su afán por hacerse de la comida.
Hasta el momento el proyecto va viento en popa. Resta comprobar el comportamiento de los ejemplares y su adaptabilidad a las altas temperaturas del verano, pero en principio hemos podido, felizmente, dar fe del éxito de la crianza de las truchas en aguas pampeanas a través de los exquisitos platos degustados.
Ya pasado el mediodía emprendemos el regreso hacia el “nuevo pueblo pampeano”, conservando la sorpresa por los lugares y acciones “descubiertas” en tan enriquecedora recorrida. Y sabedores que Casa de Piedra es más, mucho más que el nuevo pueblo. Todo a partir del agua, la base de la vida.