En el contexto de la fecha, el arquitecto Omar Blanco analiza las expectativas de un incremento del uso de la madera en la construcción en nuestro país, y el porqué aún no está arraigada entre nosotros.
La utilización de este material depende de su disponibilidad cercana pero sobre todo de las corrientes inmigratorias, que en nuestro continente, posibilitaron su empleo o no.
Hay razones culturales por las cuales, los argentinos, no consideran construcción sólida y permanente a las que poseen muros que no son de ladrillos, desechando otros materiales para esa función, como la madera. Por lo tanto, cuando se opta por la vivienda, ésta debe ser de ‘material’, quedando relegada la madera a funciones laterales donde sin embargo se la aprecia: cerramientos, revestimientos, decoración, etc.
Las influencias
Una influencia importante, desde los sectores populares, es la traída por la inmigración española e italiana, sobre todo esta última que aportó gran parte de la mano de obra para la construcción en nuestro país, dando una arquitectura basada en el mampuesto de ladrillos, según las tradiciones mediterráneas. A su vez, a fines del siglo pasado y a principios de éste, hubo una fuerte influencia en las clases altas de la cultura francesa, y por lo tanto de su arquitectura, reafirmando las construcciones levantadas con los mismos materiales. En la etapa colonial la edificación estaba basada en el adobe -barro mezclado a veces con paja y secado al aire con forma de ladrillo-, el chorizo -paja embarrada tomada con ramas o tientos-, o cuando se lo disponía, del ladrillo.
El influjo inglés y
norteamericano
El influjo inglés fue importante entre nosotros, con su ‘tradición funcional’, donde la madera ocupaba un sitio muy importante. Se ve con mucha claridad en los ferrocarriles a lo largo y lo ancho de nuestro territorio, en estaciones, refugios, cabinas de señales, pabellones de boleterías, etc.
El efecto de la ‘aldea global’, pone en conocimiento de nuestros consumidores la sofisticada prefabricación norteamericana, con su importante pasado que va desde sus orígenes en Nueva Inglaterra, con casas integramente de madera.
El futuro
En un futuro próximo se prevé en nuestro país, un fuerte desarrollo en la forestación a través del incremento de inversión de capital, que significará probablemente una mayor oferta con costos más bajos, haciendo que la madera sea utilizada con mayor frecuencia que hasta ahora.
Dadas las ventajas que ofrece hoy en día la madera: costos más baratos, recortes en los tiempos de ejecución, modernos tratamientos, no sólo para evitar el ataque de insectos sino para su mayor duración, mejor aislación térmica, la posibilidad de una plena integración a medios naturales y una construcción estándar y elegante, no aquella prefabricación de mala calidad a la que estamos acostumbrados, sólo pensada en el lucro y para una duración limitada, hará que el usuario argentino olvide entonces, sus condicionamientos culturales, optando por generalizar el uso de la madera en sus viviendas. |