El de «Calamuchita» es uno de los cuatro Valles de la vecina provincia de Córdoba.
Se caracteriza por ser el más dotado por sus características topográficas, riqueza histórica, forestación, la mayor superficie de lagos y una cantidad asombrosa de ríos y arroyos.
Es un corredor que se ubica en el medio de las Sierras Grandes al Oeste y las Sierras Chicas al Este, siendo su ruta troncal la RP Nº 5, pavimentada, que atraviesa un paisaje memorable en un recorrido de permanantes curvas y trepadas donde es imposible aburrirse al manejar, lo que por cierto debe hacerse con mucha prudencia.
Localidades turísticas como Santa Rosa de Calamuchita, Villa General Belgrano y La Cumbrecita (foto), son solo algunas de las que integran el Valle. En esta edición, una Hoja de Ruta con detalles del viaje y algunos consejos para tener en cuenta...
REFERENCIAS: 1. Estancia Jesuítica de Alta Gracia - 2. Museo Manuel de Falla - 3. Museo Casa de Ernesto «Che» Guevara. 4. Observatorio Bosque Alegre. 5. Estación Terrena de Bosque Alegre. 6. Dique Los Molinos. 7. Pozo Verde y Quebrada de la Zarzamora. 8. La Cumbrecita. 9. Costanera del Río Santa Rosa. 10. Cerro Champaquí. 11. Dique Piedras Moras. 12. Embalse de Río Tercero. 13. Complejo Río Grande. 14. Central Nuclear. 15. Unión de los ríos Salzamora y El Talita. |
Desde La Pampa hay que buscar la RN 35 hacia el Norte, trasponer la caminera de Realicó e internarse en la provincia de Córdoba, donde esta ruta nacional cambia de numero y pasa a llamarse RN 36.
El camino nos llevará a trasponer las localidades de -entre las más importantes- Huinca Renancó, Vicuña Mackena y Río Cuarto (400 km de S. Rosa), punto ideal para reabastecerse de lo que fuere necesario, luego de un trayecto que se puede ir rápido y sin problemas.
Imposible irse de La Cumbrecita y no visitar La Olla (Almbachsee), laguna de agua super cristalina de 8 metros de profundidad. Ideal para hacer snorkel. |
A partir de acá el camino se hace más lerdo; siguiendo por la RN 36 como si fuéramos a Córdoba capital, pasaremos por los pueblos de Cnel Baigorria, Alcira, Elena y Berrotarán, donde conoceremos todas las clases de «lomos de burro» posibles de inventar.
Traspuestos 25 km después de Berrotarán, nos encontramos que la ruta hace una «T».
A la derecha sigue la RN 36 que va a Córdoba y a la izquierda la RP 5 a Embalse de Río Tercero, que es la ruta que debemos tomar, ya que en esta localidad se inicia el Valle de Calamuchita.
Fondue de queso o de chocolate, Raclette o Bourguignonne. Exquisiteces en las que se lucen Guillermo y Graciela de «Cedro Azul» un rincón privilegiado en Villa Gral. Belgrano. |
Ahora sí la ruta se pone lenta, pero el paisaje es fantástico. Vale la pena cruzar el puente del dique que da origen al nombre de Embalse del Río Tercero, parar, bajarse y admirar el paisaje y tal vez, comenzar con las primeras fotos.
Seguimos la marcha y cruzaremos otro puente en un camino de permanentes curvas y contracurvas, trepadas y bajadas, observando el inmenso espejo de agua, es para ir bien despacio, paseando.
Los próximos pueblos serán los accesos a Villa del Dique y Villa Rumipal y luego, la localidad de Santa Rosa de Calamuchita que cuenta con amplios servicios turísticos y un hermoso balneario. Entrando a la localidad se puede avanzar hacia la zona de Yacanto por pavimento y desde allí tierra hasta alcanzar el Cerro Champaquí, la elevación mayor de las Sierras Grandes (o de Comechingones) -2.790m snm- que divide el Valle de Calamuchita del Valle de Traslasierra.
Volviendo a Santa Rosa de Calamuchita, seguimos por la RP 5 y a tan solo 11 km llegamos a la perla del Valle: Villa General Belgrano, un pueblo centroeuropeo en el medio de las dos grandes masas serranas. En sus calles por momento parece que uno estuviera en San Martín de Los Andes, por momentos en Pucón, Chile, por momentos en Austria, en Suiza... tantos lugares agradables donde la madera gana toda la atención.
Cabalgatas, parapente, arquería, buceo en pozas de
agua dulce, travesías en 4x4, pesca, montañismo,
todo es posible en el Valle de Calamuchita. |
Desde la cartelería -fabricantes de neón, olvídense de prosperar allí- hasta las construcciones, las artesanías, todo con un toque alemán que hacen el perfil de una aldea alpina.
Es el lugar para alojarse y vivir el lado más sublime del placer del viajero: El Turismo Gastronómico. Es que toda la Villa es un strudel de manzana, un jugo de sarzamora, una fondue de queso, una cerveza artesanal, un chocolate alpino, una salchicha ahumada, un stolen, un licor casero de menta...
No se le ocurra ir si está haciendo dieta, o bien discuta con el nutricionista antes de salir.
Y a la hora de elegir alojamiento, difícil será optar por éste grupo de cabañas o por aquel otro, todas con piscinas, paisajes increíbles, spa, recreación y un clima bendito donde el sol sale todo el año.
Los complejos de cabañas, con sus piscinas, spa y paisajes increíbles, son una oferta especial en la Villa. Entre muchas, destacamos la buena atención de «Loma Azul». |
Muy cerca de la Villa está el Dique Los Molinos, imposible no visitarlo y a 30 km por tierra el primer pueblo peatonal de la Argentina: La Cumbrecita. Un lugar soñado, paradisíaco, super ecológico, donde solo pueden entrar vehículos después de las siete de la tarde y deben abandonar las calles antes de las 8 de la mañana -excepto los alojados en los hoteles-. Lo ideal, recorrer los senderos con un carrito eléctrico tipo golf que ofrece el servicio por $ 5 por persona (hasta cuatro por viaje) con guiada incluida. Imperdible.
Nos queda nombrar a Alta Gracia, una ciudad con todo el porte de sus museos y atractivos religiosos. Pero el corazón del Valle está en los pequeños parajes, los incontables ríos, las sierras y valles. No basta un viaje para conocerlo, y después de muchos, seguirá descubriendo que aun hay más... |