¿Quién mejor ejemplo que nuestro Dr. René Favaloro? Este gran médico argentino con prestigio internacional, el 22 de junio de 2000 dijo: «En este último tiempo me he transformado en un mendigo. Mi tarea es llamar, llamar y golpear puertas para recaudar algún dinero que nos permita seguir con nuestra tarea».
Quien salvó miles de vidas, cambió parte de la medicina moderna y revolucionó la medicina cardíaca, paradójicamente, unos días después, el 29 de julio terminó su vida con un disparo en el corazón. No aceptó la indiferencia ante sus reclamos para lograr los fondos que el gobierno adeudaba a su Fundación. ... «Quizás no sepan que no sólo le adeudaban dinero, sino que le robaron las esperanzas y la vida a un ser noble, que reparó los latidos de muchos corazones y paradójicamente murió con el suyo destrozado».
¿Qué nos queda por decir a nosotros?, ¿Cómo podemos sentirnos frente a un ángel caído del cielo, al que no supimos cobijar?
Creo que nuestro mejor homenaje sería lograr en nuestro país el triunfo del progreso de la medicina y de la ciencia respetando los conceptos éticos y morales.
Hacer realidad su sueño de una Argentina en la que el «nosotros» siempre esté por encima del «yo». Hacer realidad en fin… el sueño de nuestro querido médico René, para quien: «Proceder con honestidad en aras de la dignidad del hombre es el compromiso más trascendente en nuestro corto paso por este mundo».
Colaboración:
Miguel Pablo Gallardo Grau - Presidente fundador de ALCEM
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