Desde hace un mes y medio (ver REGION® Nº 1.032, 1.033, 1.034, 1.035, 1.036 y 1.037) venimos publicando este informe de viaje que consta de 8 partes. En las primeras resumimos el recorrido de un Crucero Transatlántico de 20 días, con partida desde Buenos Aires y destino final Valencia. Luego comenzamos con el trazado propuesto en tierra, en auto previamente alquilado.
Tras el desembarco en Valencia, recorrimos Francia de Sur a Norte, pasando por Perpignan, Lyon y París. Y en esta entrega -7ma y anteúltima parte-, abordamos el viaje de París a Brujas, en Bélgica; de allí a Amsterdam, en Holanda; y el regreso a Francia para cruzar por la ruta marítima Calais-Dover, en ferry, en busca de Londres en el Reino Unido.
Continuando el trazado que nos propusimos desde la primera nota de esta serie, la semana pasada desarrollamos el viaje en auto alquilado con GPS, hasta París -Francia-. En esta entrega, los resultados del viaje de París hasta Brujas -Bélgica- (295 km) en una jornada. Luego desde Brujas hasta Amsterdam -Holanda/Países Bajos- (253 km). Y finalmente desde Amsterdam a Londres -Reino Unido- (530 km).
Brujas
La ciudad belga de Brujas, es una comunidad de la época medieval, que 8 siglos atrás fue una de las principales ciudades comerciales de Europa. Actualmente, las murallas, torres y puertas de acceso, se conservan prácticamente intactas. Un paseo por la ciudad de Brujas, es un viaje al pasado, un cuento de hadas hecho realidad.
La forma más adecuada de visitarla es a pie o en bicicleta. Hay una gran restricción para el tránsito de vehículos, por eso es recomendable dejar el coche en el hotel y caminar hasta la Plaza Mayor, circundada por espléndidas fachadas como las del Palacio Provincial y el salón de los tejidos.
Otra variante muy buena es una recorrida en carruajes -calesas- tirados por caballos y lo ideal es hacerlo en pequeñas lanchas desde sus canales medievales, donde se puede contemplar la belleza con una perspectiva diferente. Una curiosidad para conocer en Brujas, es el “Museo de la Patata Frita” y un gusto para darse es probar una ‘fondue de chocolate’.
Una visita a la pequeña localidad de Damme, camino al mar, es una excursión inolvidable. Por supuesto que la capital del país, Bruselas (a 90 km), es un objetivo de interés si cuenta con tiempo.
Amsterdam
La ciudad de Amsterdam es la capital de Holanda, país cuyo nombre oficial es ‘Reino de los Países Bajos’, con una universidad que funciona desde 1632.
Los famosos tulipanes y los molinos que la rodean, son las postales típicas de este sitio tan pintoresco, asentado en decenas de islas unidas por centenares de puentes. Conocer Amsterdam es abrir una caja de sorpresas, donde se combinan arquitectónicamente el Barroco Holandés con diseños del Renacimiento y la modernidad. Entre los sitios de interés, la Casa de Ana Frank es hoy un testimonio del Holocausto y lugar de visita turística. Otro es el Mercado de las Flores con sus puestos flotantes situado en el Singel y en el campo cultural, el Van Gogh Museum, que acoge la colección más extensa del pintor holandés.
Lo mejor es un paseo en barco por sus canales. Varias empresas salen de la Central Station y junto a la zona de los museos, en el canal Singelgratch.
Finalmente, no podemos dejar pasar otro atractivo famoso de Amsterdam: la ‘Zona Roja’ o ‘Barrio Rojo’, donde las prostitutas se ofrecen desde las vidrieras y en los ‘Coffee shops’ se puede consumir legalmente marihuana.
“Tower Bridge”, el puente de la Torre de Londres sobre el río Támesis, un ícono de la ciudad.
Para ir a Londres en auto, el mejor cruce del Canal de La Mancha es por Calais -Francia- hasta Dover -Inglaterra- en ferry. También se puede hacer en tren por el ‘eurotúnel’ -es más rápido y más caro-, pero se pierde el atractivo del viaje.
Londres
Londres es una ciudad inmensa que alberga múltiples culturas. Está situada en el río Támesis, al sureste de Inglaterra y conforma la capital del Reino Unido. No es difícil trasladarse en ella, a pesar de su gran tamaño, porque tienen una buena red de metro -’tube’-, muy extensa y bien conectada. Pero para conocerla en la superficie, el consejo de siempre: subirse a un bus turístico con audio guías. En este sentido “The Original London Sightseeing Tour” ofrece un paquete interesante de varias rutas, con paradas libres, combinado con un crucero por el Támesis y la posibilidad de recorridos guiados a pie.
Es sin duda la mejor forma -y la más económica- de tener un pantallazo de los sitios más atractivos como Piccadilly Circus, Trafalgar Square, Big Ben y Parlamento, Tower Bridge, Torre de Londres, Abadía de Westminster y el Palacio de Buckingham. De todas maneras, el encanto de Londres se extienden más allá, en zonas residenciales como Richmond, Hampstead , Hoxton o Notting Hill. Toda la historia real y su celebridad, es sólo una parte del atractivo londinense. La ciudad tiene una activa vida cultural y musical, donde se conjugan arquitectónicamente lugares increíbles.
Su clima es muy especial y la recomendación es visitarla de mayo hasta agosto, donde abundan los días soleados. Eso sí, que nunca falte un paraguas, la lluvia forma parte del paisaje.
La semana próxima, la última nota de esta serie: “De Suramérica a Europa, en barco, auto y avión”.
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El ‘Barrio Rojo’ de Amsterdam
El ‘Barrio Rojo’ de Amsterdam, contrariamente a lo que alguno pudiera suponer, no es un área marginal, sino por el contrario, conforma una zona turística que se puede visitar sin problemas, donde conviven en una misma cuadra, chicas vestidas con lo mínimo en las vidrieras, un minisúper al lado, una casa de shows gay después, un restaurante más adelante, un sex shopp con los productos a la vista, otras vidrieras con mujeres muy jovencitas y así.
En la ‘Zona Roja’ o ‘Barrio Rojo’, las prostitutas se ofrecen desde las vidrieras, con muy poca ropa -la prostitución es legal en este país desde 1911 y la costumbre del ofrecimiento en vidrieras en esta zona existe desde el año 1200-.
Aquí los burdeles y casas de shows con sexo explícito son legales -incluso la grilla de TV local contiene un canal porno-.
Los turistas -jóvenes, adultos y tercera edad-, se llevan el souvenir local preferido, que es sacarse fotos frente a los desenfadados establecimientos de shows sexuales de todas las tendencias.
Con respecto a fotografiar personas, la cosa cambia y es mejor pedir permiso. El viajero debe saber que no está prohibido legalmente tomar fotografías o filmar, pero no es algo bien aceptado por las chicas y sus amigos. Ir en contra de esta norma del barrio puede significar un riesgo.
La amplia tolerancia que ha caracterizado desde siempre a esta ciudad, le ha generado fama -y mucho dinero- proveniente del Turismo Gay, inclusive hay una oficina turística oficial, dedicada a la información de este segmento.
Como curiosidad anexa, todavía en Amsterdam una persona mayor de 18 años puede comprar unos pocos gramos de marihuana en los locales llamados “Coffee shops”.
Aunque el gobierno holandés en 2012 intentó frenar el consumo a los turistas, legalizándolo sólo para los residentes, la resistencia de los comerciantes fue grande y parece que todo seguirá igual. |