Robert Gore inició su carrera en el campo de las innovaciones con el aislante para los cables eléctricos, pero se hizo famoso cuando inventó una tela que respiraba y que, al mismo tiempo, era a prueba de agua. Su característica principal es una cantidad de poros increíble: 1,4 mil millones por pulgada cuadrada, cada uno de ellos 20.000 veces más pequeño que una gota de agua.
No se trata de un tejido nuevo, en 1969 el estadounidense Bob Gore descubrió que el politetrafluoretileno podía expandirse hasta formar un material poroso muy resistente.
El tamaño de esos poros es lo suficientemente pequeño para que las moléculas de agua en estado líquido no se filtren, y lo suficientemente grande para permitir el paso del agua en estado gaseoso. Esta circunstancia le da a este tejido la propiedad de ser impermeable y transpirable, al mismo tiempo. Combinado con una sustancia oleófoba este material se vuelve, además, resistente al viento.

Desde que el hombre primitivo tuvo uso de razón, protegerse contra las inclemencias del tiempo ha sido una de las prioridades básicas del ser humano, especialmente en aquellos entornos y situaciones donde la exposición a la climatología puede ser causa de muerte.
Como todos sabemos, nuestro cuerpo está regulado para funcionar a una temperatura interna de entre 36 y 37 grados. Cuando estamos en un entorno donde el exterior está más frío que nuestro cuerpo, la conductividad de nuestra piel provoca que perdamos calor a través de ella. Cuando la temperatura corporal baja de 35ºC sentimos frío y luego temblores. Si la situación se prolonga y la temperatura sigue bajando, podemos entrar en hipotermia y sin querer entrar en detalles sobre la hipotermia, si esta situación se alarga, se entra en una situación crítica que si no es solucionada conduce ineludiblemente a la muerte.

Los mecanismos de pérdida de temperatura son los siguientes: Conducción, Convección, Radiación y Evaporación.
Vamos a ver en detalle cada uno y cómo contrarrestarlo. Dentro de cada apartado, echaremos un vistazo a los productos comerciales existentes para cada caso.

CONDUCCIÓN: Consiste en la transferencia de calor de forma directa por contacto entre nuestra piel y otra superficie. Los factores condicionantes son la diferencia de temperatura entre nuestra piel y la superficie de contacto (lo que se conoce como gradiente térmico) así como el área de piel expuesta al intercambio. En el agua, la conducción es 25 veces más rápida que en el aire porque tiene mayor densidad. La tierra y el hielo son también buenos conductores. Este mecanismo cobra mayor relevancia en las víctimas de inmersión en aguas frías y en individuos acostados sobre superficies frías.
Así, si nuestra ropa está enfriada por la temperatura exterior y ésta está en contacto con nuestra piel, nuestro calor corporal irá pasando a la prenda con el consiguiente enfriamiento de nuestro cuerpo.
Idealmente, para evitar la conducción, tendríamos una capa de aire entre las prendas y nosotros, pero dado que esto no es posible, adoptaremos el sistema de «capas», es decir, llevar múltiples prendas para que entre ellas se formen capas de aire que nos van a aislar del exterior. Por ejemplo, aísla más una combinación de camiseta + camisa fina + jersey fino que una combinación de sólo camisa gruesa y jersey grueso.
El sistema de capas nos permite ajustarnos a una temperatura cómoda con el sencillo método de ponernos o quitarnos capas según nos vayamos acalorando con el ejercicio o enfriando con la temperatura exterior.

CONVECCIÓN: Es la transferencia por contacto con aire o agua en movimiento. Las moléculas de aire (o de agua en casos de inmersión) que están en contacto con la superficie corporal se calientan y se desplazan siendo reemplazadas por nuevas moléculas frías del exterior. La tasa de pérdida de calor depende de la densidad del elemento en movimiento y de su velocidad (En el agua, debido a su densidad, la perdida de calor por convección será mayor) así como de la diferencia de temperatura entre el cuerpo y el ambiente exterior. El viento frío es un ejemplo clásico de pérdida de calor por convección, al duplicarse la velocidad del aire se eleva 4 veces la pérdida de calor.
Una membrana es una lámina finísima de un material tipo plástico que lleva micro poros o agujeros del tamaño de un capilar. Estas membranas se laminan entre dos capas de tejido y detienen el viento, el agua y teóricamente permiten la transpiración. La teoría es que una molécula de vapor es capaz de pasar por los poros mientras que una de líquido es demasiado grande. Sin embargo, no existe la membrana que sea capaz de evacuar la cantidad de vapor que se produce en una situación de ejercicio intenso, con lo que en cuanto aumenta la humedad ambiental el vapor se condensa de nuevo en el interior de la prenda en forma de líquido y te vuelves a notar mojado en el interior. Por lo que llevar una prenda con membrana es el equivalente a enfundarnos aquel antiguo chubasquero tipo «canguro» que ya comenzaba a calar un poco por todos lados por haberse vuelto poroso. Muy recomendable cuando hay viento intenso o mucho frío, pero para temperaturas moderadamente frías puede resultar excesivo.
El sistema de membranas más conocido es Gore Tex. Fue el primero que incluía un proceso de costuras termo soldadas para garantizar la estanqueidad de la prenda.
La manera rápida y fácil de conocer en una tienda si una prenda o un polar lleva membrana Gore Tex en el interior, es llevárselo a la boca y soplar con todas nuestras fuerzas a través del tejido. Si no notamos nada en la mano al otro lado del tejido es que hay una membrana en medio.
Si hacemos la prueba de soplar a través de la prenda, si no hay membrana, deberíamos poder apreciar en nuestra mano, al otro lado del tejido, ligeras trazas del soplo y de la calidez de nuestro aliento.

RADIACIÓN: Es la emisión de radiación infrarroja calórica al medio ambiente dado por la diferencia de temperatura entre nuestro cuerpo y el exterior. Cuando se expone al medio ambiente la piel actúa como un radiador de energía calórica. Los factores determinantes son: la superficie del área descubierta y el gradiente térmico. En el cuero cabelludo no se produce vasoconstricción por el frío por lo cual la cabeza es un excelente radiador de calor eliminando del 35 al 50 % de la producción total de calor de nuestro cuerpo.
Para grandes fríos nada mejor que un pasamontañas. Sin ir a algo tan radical, protegernos con un sencillo gorro, disminuirá en un 35% la perdida de calor de la cabeza. Y en cualquier caso, para fríos moderados, una de esas cintas que sirve para tapar las orejas y la frente nos permitirá incrementar nuestro confort sin acalorarnos demasiado. Cuidado con los gorros hechos con material de polar, (algunos incluso de Gore- tex). Esos son ideales para la nieve o cuando hace mucho frío, pero si no hace demasiado frío, y sudamos condensarán el sudor y nos empaparán el pelo... y entonces perderemos cantidad de calor debido a la evaporación... que es lo que ahora explico:

EVAPORACION: Es la pérdida de calor por la transformación del agua de líquida a gas (vapor de agua). Cuando nuestro sudor pasa de estado líquido a gaseoso, consume energía en forma de calor, y la obtiene de nuestra piel, enfriándonos en el proceso. En el ser humano la evaporación se hace a través de la perspiración, sudoración y respiración. En situaciones normales de temperatura se pierde 2/3 del calor por la piel por perspiración y 1/3 por la respiración.
Es importante que la selección de prendas no nos abrigue demasiado porque entonces sudaremos y perderemos calor: ¿Les suena la frase «voy a entrar que se me está enfriando el sudor» ?. Exacto!, lo que ocurre es que el sudor se evapora y nos enfría en el proceso.
Idealmente llevaremos prendas basándonos en el sistema de capas que nos permita encontrar lo que se conoce como termorregulación, es decir, cuando nos encontramos sin frío ni calor en una actividad física mantenida.
Llegados a este punto ya sabemos qué causa el frío en nuestro cuerpo, cuales son los casos extremos, y los mecanismos por los que perdemos calor.

IMPERMEABILIDAD Deberá exigir indumentaria impermeable siempre que vaya a practicar la caza durante jornadas lluviosas o en terrenos húmedos.
Efectivamente, como todos sabemos un material impermeable garantiza que el agua no entre a nuestro cuerpo, algo que puede ser muy bueno en los días de humedad, pero tiene el inconveniente de que, al igual que no deja entrar agua, tampoco la dejará salir, por lo que si usted tiene tendencia a sudar pueden resultar incómodo, sobre todo los días de calor. En estos casos lo que necesitará será vestimenta transpirable; pero claro, muchas veces la máxima impermeabilidad unida a la mayor transpiración son cosas muy difíciles de conseguir.

Con el fin de evitar este problema, los fabricantes desarrollaron el denominado Gore-tex, seguro que ha escuchado en más de una ocasión hablar de él y se habrá dado cuenta de la diferencia existente entre las prendas que lo llevan y las que no (nos referimos al precio, claro está)… ¿por qué?, ¿qué es el Gore-Tex?: El Gore-Tex está considerado como uno de los mayores inventos dentro del equipamiento deportivo. Este tejido tiene tres principales cualidades: cortaviento, impermeabilidad y transpiración (proporcionando abrigo, el de de dos capas en adelante), ¿qué más se le puede pedir?. Su funcionamiento se basa en una idea muy simple: Una gota de agua de lluvia es 20.000 veces mayor que los poros del Gore-Tex, mientras que la molécula del vapor de agua que desprende el cuerpo en sudor es 700 veces más pequeña. El resultado: la humedad no entra y el sudor se expulsa, o lo que es lo mismo, aunque llueva o aunque sude, su cuerpo se mantendrá siempre seco.
En consecuencia, podemos decir que con el Gore-Tex se garantiza la máxima impermeabilidad pero también la mayor transpiración. Por supuesto, esto hay que pagarlo, pero sin duda compensa.

Colaboración: «Interfuerzas» equipos militares, policiales, y de caza.